Mi compañera y manager en Holaluz Mavi Jiménez va a hacer un dibujo cada día del mes sobre una palabra propuesta en twitter. Y aquí vamos a intentar escribir un post por cada una de ellas.
22. Woman @viscat88 #linkitober pic.twitter.com/74l5LEiNaI
— Mavis 🎃 (@Linkita) November 22, 2019
Woman
1986.
En ese año empecé la Universidad. Al principio pensaba estudiar Ingeniería, pero lo acabé descartando porque me sentía muy inseguro con las matemáticas y la física. En aquella época yo estudiaba el COU, siglas de Curso de Orientación Universitaria, aunque orientar, no nos orientaban mucho.
Varias de mis compañeras de clase no se sentían intimidadas por las matemáticas, ni la física o la química, y emprendieron carreras en ingenierías y otras especialidades de lo que hoy llamamos STEM. Quizá no eran muchas, pero tened en cuenta el contexto. Hacía apenas 10 años del final de la dictadura y todavía quedaban en la sociedad montones de prejuicios. Pero, por otro lado, era una época de creatividad, curiosidad y exploración en la que muchas cosas que hacían levantar la ceja a nuestros padres y abuelos, para nosotros eran de lo más normal.
Todo esto para decir que, por un lado, la idea de mujeres entrando a carreras técnicas no se nos hacía extraña, pero éramos también conscientes de que todavía era un work in progress, entre otras cosas, porque lo era en prácticamente todos los ámbitos. De hecho, todavía podía llegar a ser noticia “la primera mujer en X”, siendo X cualquier profesión, oficio o puesto hasta entonces desempeñado exclusivamente por hombres.
Pero, de alguna manera, pensábamos que era cuestión de tiempo el que llegara a normalizarse.
2019.
33 años después nos encontramos en que tenemos que trabajar todavía por estimular vocaciones STEM entre las mujeres; que tenemos que reivindicar los logros de mujeres en ciencias y tecnología y particularmente en informática; que tenemos que hacer códigos de conducta en los eventos técnicos para luchar contra comportamientos masculinos injustificables; que tenemos que explicar que si no encuentras mujeres para ocupar un puesto de developer es porque no te molestas en buscarlas; que seguimos teniendo que hablar de brecha salarial por género; que seguimos necesitando crear entornos seguros… y así decenas de cosas y detalles.
Y esto solo ciñéndonos a aspectos más o menos profesionales, porque si empiezo con temas como manadas, sí es sí, violencia de género y demás no sé cuándo podría parar.
En muchos sentidos parece que el mundo se haya puesto a girar al revés. Puede que la tecnología haya contribuido a sacar a la luz y estimular ideas, ideologías y comportamientos que pensábamos que estaban en camino de desaparecer. La sobreabundancia de información no ha ayudado a extender el conocimiento y hoy tenemos que desgañitarnos hasta el absurdo rebatiendo noticias falsas, ideologías dañinas o ideas pseudo científicas a las que los medios se empeñan en dar cancha como si tuviesen alguna validez.
En muchos aspectos nos ha invadido un conservadurismo rancio, mojigato, inmoral, interesado e hipócrita, que sigue considerando a las mujeres como subordinadas al hombre, cuando no inferiores, y por eso tengo la sensación de haber retrocedido en el tiempo.
Sin embargo, soy optimista.
Tengo la suerte de trabajar codo con codo con mujeres que son referentes de nuestra profesión, con las que aprendo cada día. Y, con ellas, he tenido la suerte de conocer otras muchas que hacen que las cosas avancen, que se destruyan tópicos y prejuicios.
Y es trabajo de todas y todos apuntalar todos estos logros y no permitir que volvamos atrás.