Mi compañera y manager en Holaluz Mavi Jiménez va a hacer un dibujo cada día del mes sobre una palabra propuesta en twitter. Y aquí vamos a intentar escribir un post por cada una de ellas.
11. Overflow @gootyfer #inktober #linkitober pic.twitter.com/xqKBCF6hOb
— Maybe (@Linkita) October 13, 2019
Overflow
Esta entrega del blogtober va con retraso por un pequeño problema de overflow…
Overflow y overcharge son dos conceptos que se refieren a lo que ocurre cuando se sobrepasa la capacidad de un sistema. Overflow, o desbordamiento, tiene que ver con superar la cantidad de elementos que el sistema puede contener. Por su parte, overcharge, o sobrecarga, se refiere más bien al problema de tener que manejar elementos que son demasiado grandes o densos.
Por lo general, la forma de evitar este tipo de problema en un sistema de software es conocer sus límites y establecer controles que eviten llegar o ellos, previniendo así el problema, o que detecten que se han superado e indicar el fallo de una manera manejable para el resto del sistema.
Con los seres humanos ocurre algo parecido. En ciertos momentos podemos alcanzar nuestros límites de desbordamiento o sobrecarga. Es eso que llamamos estrés. Un cierto nivel de estrés en la vida es normal e incluso necesario para tener un nivel de activación y alerta.
Pero si el estrés supera ciertos límites y se prolonga en el tiempo se convierte en una enfermedad y acaba provocando problemas graves de salud mental, como la depresión.
Se habla bastante de cómo gestionar el desbordamiento y la sobrecarga en nuestra profesión desde un punto de vista individual. Y no es del todo bueno, porque contribuye a poner la carga de la responsabilidad en la persona y esto también es una fuente de estrés. Sin embargo, echo de menos que se hable sobre lo que pueden hacer las empresas y organizaciones para evitarlo. Porque en realidad son quienes tienen la clave.
Y no se trata de tener futbolín o mesa de ping-pong en la oficina, poner fruta de temporada cada día u ofrecer snacks y bebidas. Es una cuestión de cultura y de crear condiciones para que las personas que trabajan para ti puedan hacerlo de la mejor manera posible. Y eso significa que se sientan seguras, sanas, tanto desde un punto de vista fisiológico, como psicológico y social, valoradas y responsables.